El catolicismo está retrocediendo ¿pero qué lo reemplaza?

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Hoy, en la fila del supermercado, me llamó la atención ver a una pareja de mi edad charlar sobre las enseñanzas de la biblia y sobre como vivir su fe. Luego, me percaté que hace 20 años escuchar a dos personas de esa edad hablar sobre eso, no tendría nada de extraño. Es que el catolicismo está retrocediendo en nuestra sociedad, lo podemos notar en nuestro día a día, y las cifras del Censo lo dicen. A estas alturas ya es un dato de la causa.

Sin embargo, a medida que el catolicismo retrocede ¿qué lo reemplaza? ¿los evangélicos y su visión fanática de la fe que es capaz de rechazar hasta la evolución? ¿la auto-ayuda, el pilarsordismo y Nietzsche para empresarios? ¿tratar de encontrar sentido en una versión auto-céntrica y mezquina de la filosofía oriental, el new-age o la terapia cuántica y esas mulas?

Da la impresión de que a comienzos de siglo Vicente Huidobro ya intuía esta tendencia. En el libro primero de su poema Altazor (verso 95), escribió:

Abrí los ojos en el siglo
En que moría el cristianismo
Retorcido en su cruz agonizante
Ya va a dar el último suspiro
¿Y mañana qué pondremos en el sitio vacío?
Pondremos un alba o un crepúsculo
¿Y hay que poner algo acaso?

Lamentablemente, la respuesta a su pregunta es sí; hay que poner algo en su lugar. Y entre las opciones de cosmovisión que la gente está tomando para llenar el vacío, y el catolicismo, creo que me parece menos nocivo el segundo.