Creo que en el futuro, la historia mirará atrás y recordará con horror a un gremio que fue partícipe activo de que a la mitad de nuestros hijos se les haya mantenido dopados para hacerlos más sumisos, bajo el paraguas de la "hiperactividad" y, a la vez, que la mitad de nuestras madres sean derechamente drogadictas.
Para no escribir sobre lo que ya se ha escrito, les quiero compartir dos artículos relacionados con el tema.
El primero es una serie de imágenes sobre instituciones psiquiatricas abandonadas. Sirven para recordar los horrores pasados de la psiquiatría, pero también lo recientes que son. Recordemos que no fue hasta finales de los años 70 que el procedimiento de lobotomía dejó de ser practicado y respaldado por el conseso de la "comunidad científica".
El segundo tiene que ver justamente con lo que mencionábamos en un principio. La sobremedicación es el flagelo de nuestra época. Las futuras generaciones mirarán atrás y se preguntarán con horror qué estábamos pensando cuando le permitimos a este gremio llegar a estos extremos y como fue posible que como sociedad lo avalásemos. Un coctel nefasto en donde los intereses de las grandes farmacéuticas de seguro tienen metida la cuchara.
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