Siguiendo con la noble tradición de este blog, les presento el próximo candidato a la patente más ridícula de la historía: una patente que pretende proteger el método de ejercitar a tu gato a través de que éste persiga un rayo láser apuntado a la pared. Algo que probablemente todos hemos hecho, y que no tiene ningún efecto en la salud de los gatos. A menos de que alguien efectivamente se esmere en ejercitar a su gato de manera sistemática a través de este método, cosa que, a buenas primeras, parece poco probable.
Créditos al libro "
Patent Crisis and How the Courts Can Fix It" de Dan Burk y Mark Lemley. Una lectura muy recomendada a todos los interesados en el tema.
Acá va la patente original para que la revisen. Ojo con la figura 1 del esquema explicativo:
Us 5443036
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