Sobre el campo el agua mustia
cae fina, grácil, leve;
con el agua cae angustia:
llueve...
Y pues solo en amplia pieza,
yazgo en cama, yazgo enfermo,
para espantar la tristeza,
duermo.
Pero el agua ha lloriqueado
junto a mí, cansada, leve;
despierto sobresaltado:
llueve...
Entonces, muerto de angustia
ante el panorama inmenso,
mientras cae el agua mustia,
pienso.
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